"«Amor verdadero y grandes aventuras», yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: «Hola, me llamo Íñigo Montoya. ¡Tú mataste a mi padre; disponte a morir!»
Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad."
La princesa prometida.

jueves, 23 de mayo de 2013

La caída más brutal.

¿A que no sabes dónde he vuelto hoy? Donde solíamos gritar. 
¿Por quién gritaba? Lo sé, tú no. No preguntabas. Tú nunca, no. 

(Me pregunto si seguirán las dos iniciales).

No hay comentarios:

Publicar un comentario