"«Amor verdadero y grandes aventuras», yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: «Hola, me llamo Íñigo Montoya. ¡Tú mataste a mi padre; disponte a morir!»
Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad."
La princesa prometida.

Feliz felicidad

Las estaciones deberían estar prohibidas. Al menos las estaciones sin ti y los trenes sin nosotros viajando. Te echo tanto de menos que los relojes se han parado porque dicen que no quieren seguir sin ti.
Y me alegra que lo entiendan.
Y es normal.
Yo tampoco quiero seguir sin ti.
Y perdona porque siempre escribo sobre lo mismo.
Desde que estás te quiero. Desde que estás el mundo ha dejado de estar patas arriba. Volver sienta de vicio pero es que volver a ti es de película con el mejor final de la historia. Pero sin final.

Te quiero tan cerca de mí que deberían dejar de existir los centímetros y milímetros.
Te quiero. Cerca. Feliz. Azul. Azulado. A mi lado. Supongo que te quiero cerca porque te tengo lejos.

Si te tuviera cerca,
te querría cerca.

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