Podemos vivir sin personas base pero no podemos existir y ya me dirás tú para qué queremos vivir sin existir. El mundo se enferma poco a poco. Y se cura. Te juro que se cura. De verdad. Un día llega alguien. Una persona pieza. Las personas pieza son las que encajan perfectamente, per-fec-ta-men-te. Como si al nacer fueseis de la misma masa. Hay tantas personas pieza como tú quieras. De repente llega esa pieza, esa forma exacta a tu forma. Un puzzle de personas. No sólo hay vacíos, también hay llenos más grandes que los vacíos. Y los llenos son las mejores sensaciones. Así formamos la casa y nos habitamos, poco a poco. Con las personas base y las personas pieza. Pequeños arquitectos de nosotros mismos.
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