"«Amor verdadero y grandes aventuras», yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: «Hola, me llamo Íñigo Montoya. ¡Tú mataste a mi padre; disponte a morir!»
Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad."
La princesa prometida.

Casualidad o causalidad, yo qué sé

No es porque esté borracha (que también), es sólo que quiero hablar de ti y no sé qué escribir, ni qué contar. Ya me dirás tú. Ni siquiera sé lo que digo. Me da todo vueltas, todo, hasta tú. Tú siempre dando vueltas al rededor de mí. Cómo te odio. El caso es que superas la perfección y no sé qué hacer. Me han dicho que estás por algo. Por qué, pregunto yo. Yo qué sé. Quién coño sabe algo. Ahora que estoy bebida tengo dudas existenciales. Estúpidas preguntas existenciales. 

¿Me he cruzado contigo por accidente afortunado, desafortunado o simple casualidad? O causalidad. O casualidad. En realidad no sé qué quiero decir. No sé explicarme. Vaya por Dios. Que no pro. O sí, qué más da. No, la verdad que no creo mucho en Dios. Ni él en mí, ni yo en mí. Yo creo en ti. Creo que estás aquí porque tiene que ser así y que yo estoy aquí porque tiene que ser así. Tenemos que estar. Aunque no sé de qué manera, pero a mí eso me da igual. Bueno, no me da igual pero supongo que es secundario; al menos estamos. Ojalá tenerte cerca, te lo juro. No sabes cuántas historias me he inventado. Son ese tipo de historias que un día se derrumban de repente pero que mientras las invento soy la persona más feliz. Soy tan feliz que no me cabe tanta felicidad en el cuerpo. Tú, que me haces feliz. Creo que podrías pensar que soy una psicópata. Puede que lo sea. Es que estoy enamorada y es lo que pasa cuando estás enamorada. No sé de qué estaba hablando pero quiero pasar tiempo contigo y que mis historias se cumplan. Aunque me voy a ir y te voy a echar de menos y no me gusta echar de menos. ¿A quién le gusta echar de menos? A nadie, qué estupidez. Aunque es bonito, es bonito porque significa que hay algo importante rondando por nuestras vidas. 

No sé qué más dudas existenciales tengo. En realidad no son existenciales, son de amor. Amor. Ni siquiera creo en el amor pero me gustaría creer que existe una fuerza suprema entre las personas que hace que se unan. Una verdadera estupidez. No puedo evitarlo. Igual estoy unida a ti por uno de esos hilos rojos que no se ven, desde tu dedo corazón hasta el mío. Podemos irnos lejos pero siempre acabaremos unidos. Está bien, por qué no. Y dentro de un tiempo nos volvemos a cruzar y nos reconoceremos y será algo así como: oh, Dios, tú y yo. Te he echado de menos. Casémonos. ¿Te imaginas? Y tenemos hijos y le ponemos nuestros grupos de música favoritos. Yo no sé cuál pondría, hay tantos. Tú tampoco, te gusta todo. A mí me gustas tú. Se me ha escapado. Acércate. Yo creo que lo estás deseando. En serio, se te nota por cómo hablas. Te podría querer tal así como sos. Tal así como sos. Te quiero porque no te conozco. No te creas. A ti eso te da igual, a mí también. Lo bueno de no conocer a una persona es que puedes imaginarla a tu gusto. Lo malo es que nunca será tuya. O quizás sí. Depende de lo que entiendas por "ser tuya", yo no sé qué entiendo. Es demasiado posesivo. A mí eso no me gusta. Aunque tener siempre ahí a una persona, como si fuera "tuya" tiene que ser bonito. Supongo. No me acuerdo. Ni siquiera sé si lo he sentido.

El caso es que es 13 de febrero. Adoro el 13 y febrero. También me gusta el 13 de abril. Es casualidad que me guste el 13 de abril o causalidad. Me gustan muchas fechas. Hay más fechas que me gustan de las que odio. Creo. Eso es bueno. Correcto, correcto. Te quiero tal así como sos. Como si yo supiera algo de cómo sos. Sé un poco y ya me sirve para inventarte la vida. Tampoco tengo nada mejor que hacer. La época de exámenes era mejor porque no pensaba en ti ni me pasaba los jueves borracha y escribiendo-algo-sin-sentido. 

Creo que eres especial y esas cosas las suelo saber pero no me hagas caso.
No me lo vas a hacer porque no me vas a leer.
Y menos mal. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario