"«Amor verdadero y grandes aventuras», yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: «Hola, me llamo Íñigo Montoya. ¡Tú mataste a mi padre; disponte a morir!»
Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad."
La princesa prometida.

lunes, 28 de mayo de 2012

Hamor.

Os juro que tengo tanto que dar dentro de mí que un día explotaré y se perderá todo.

domingo, 27 de mayo de 2012

Desayuno con diamantes.

¿Puedes decirme en qué momento cambió todo? ¿Por qué dejamos de mirarnos a la cara? ¿De contarnos verdades? ¿Qué día dejamos de ser un equilibrio para convertirnos en personas autosuficientes?
Un día las palabras dejaron de importar y comenzamos a olvidar los actos. El río se llevó la llave de aquel candado que, probablemente, esté oxidado. Pero, ¿qué más da?
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
 ¿Y quién sí? Si cada vez que viene un huracán cambiamos por completo, nos tambaleamos, caemos, nos desvanecemos. Y sí, aquí seguimos. Los más fuertes, sobreviven los mejores... o eso nos han querido contar.

Y te diré que no me da miedo crecer; francamente, me da miedo crecer sin ti. Sin vosotros. Y no sé exactamente a qué me refiero cuando hablo de 'vosotros'.  Aún así, llevo años creciendo sola o, al menos, sin ti.

¿Por qué nos enseñan que tenemos que creer en aquello que deseamos? ¿Para aferrarnos? Como si hubiese un Dios ahí arriba que nos cuidase o un genio que nos concediese todo lo que necesitamos. Perdón, 'necesitamos'.

24 de junio de 2010. Pide dos deseos. Una hoguera, una luna, noche abierta y, sin saberlo entonces, eterna. 'Que dure siempre'. ¿Qué queríamos que durase siempre? ¿Nuestro momento, nuestra vida, nosotros?
Y no hablo de ti y de mí, hablo de nosotros. De nuestras vidas, nuestras etapas, nuestras historias, nuestros viajes, nuestras fotos y todo aquello que se ha quedado atrás. 'Quiero volver'. Os reiréis.
Sigo tratando de aceptar que me falta el ruido.
Creo que aquel mes negro de Septiembre me perdí, me evaporé entre la gente, desaparecí. Huí. Huí de todos, de todo. Ni siquiera sé quién soy desde entonces y han pasado dos años. ¿Sabes qué es vivir durante dos años sin saber quién eres exactamente? Echando de menos todo aquello que no aproveché y martirizándome por no abrir una puta puerta que ya está cerrada para siempre. Me han dicho que los humanos somos cobardes por naturaleza pero yo no lo creo. No todos los somos. Algunos son héroes y, de verdad, conozco a alguno.

Septiembre. Se me eriza la piel cada vez que pienso en las nubes negras. ¿Cómo puede ponerse el cielo negro? Literalmente, me refiero. Sé que no lo recordáis, pero yo nunca lo olvidaré. Aquella tarde el cielo lloraba, como si se hubiese llevado a uno de esos héroes de los que hablaba antes. Os juro que aquel día el cielo no era azul. Era horrible. Tengo la imagen clavada en mi mente, congelada. ¿Por qué un día de verano llora el cielo? Era enfado, lo sé. Lo notaba. Y fue espantoso. Hay días que desearía no haber vivido.

Necesito recordar quién soy sin olvidar todo lo demás. Estoy perdida.
¿Sabes lo que te pasa? No tienes valor. Tienes miedo. Miedo de enfrentarte contigo misma y decir 'está bien'. La vida es una realidad, porque las personas se pertenecen las unas a las otras porque es la única forma de conseguir la verdadera felicidad. Tú te consideras un espíritu libre, un ser salvaje y te asusta la idea de que alguien pueda meterte en una jaula. Bueno nena, ya está en una jaula, tú misma te la has construido. Y en ella seguirás vayas a donde vayas. Porque no importa dónde huyas, siempre acabarás tropezando contigo misma. 

sábado, 26 de mayo de 2012

Remember who you are.

Pensar que estoy más vacía que la copa que me bebí aquella noche, cuando todo estaba negro y los aviones se alejaban de la tierra. Me he perdido y ni siquiera ha sido en tu universo infinito. Me he perdido a mí misma, mi identidad. ¿Quién soy?
'Recuerda quién eres'. 
¿Cómo recuerdo algo que ya no está? Si te acercas a mí te congelo, ¿por qué? ¿Por qué me fui? Iglú de primavera, allí me quedaré. 'La mujer de hielo' me decía. Estúpido. Llevaba razón. Huyo y los demás se alejan, desaparecen. Quizás a nadie le gusta tocar frío, quizás a nadie le gusta sentir que no hay nada en las venas. Nadie sabe quién soy, ¿quién querría saberlo? Si tan sólo conociesen el cincuenta por ciento de mí con mirarme a los ojos, entonces, no volverían. ¿Quién quiere coger una mano que no siente? ¿Quién elegiría compartir vida con alguien que tiende a desaparecer? Lo dejaría todo, todo por mí. Confianza, conseguís que esa palabra no signifique nada. Y dime, ¿no es triste? Saber que no existe otra persona que te haga ser tú misma. O peor, que existe pero la arrojaste a otro lado.
'Como cuando éramos eternos e invulnerables'.
Siempre termino hablando de ti. Supongo  que eres la única persona que conseguía que todo fuese real y auténtico, todo. Incluso las historias que nos inventábamos que hablaban de los agujeros negros del espacio. 'No volvería la pasado', decíamos. Nos daba miedo. ¿Y ahora? ¿Volverías ahora? Porque yo me tiraría a uno de esos agujeros negros para volver a nuestro pasado.

No me quiero perder, por favor.

jueves, 24 de mayo de 2012

Mi identidad.

No te he olvidado, simplemente me he alejado de los pensamientos que me atormentan cada noche. Pero todas las noches te observo, en esa foto vieja. Apareces al fondo, sentada en aquel banco que ya no recuerdo muy bien dónde está. Y, sinceramente, lo prefiero. Es horrible pisar aquellos lugares donde nos hacíamos felices recíprocamente. No te nombro, me da miedo. Me da pánico admitir en voz alta algo que ni siquiera mi mente ha aceptado todavía.
'Alguien me dijo alguna vez que los grandes del pasado están ahí arriba, observándonos.'  
Películas, canciones, libros. Es como si nunca te hubieses ido, es como si pasasen los años y siempre estuvieses dando vueltas por aquí. Creo que lo estás. Supongo que creer en ti es lo único que me queda. Lo único que nos queda. No te haces una mínima idea de cómo te echo de menos, ni cuánto me arrepiento.

Cuídate, donde quiera que estés.
Azul. 

miércoles, 23 de mayo de 2012

Donde diablos estés.

¿Dónde han quedado las noches eternas? ¿Y los cristales de todas las ventanas que rompimos a las tres de la mañana cuando no queríamos soñar el uno con el otro sino fundirnos? Se quedaron en los días no vividos, esos que no existen. Los días que se perdieron entre las calles, que se quedaron colgados de las parabólicas de los rascacielos que no nos llegaban ni a las rodillas. Las rodillas que temblaban todas las noches cuando bajábamos las persianas. Sé que no lo recuerdas, yo a veces tampoco. He pensado en quemar tus fotos, mis cartas, tu olor, mi bandera, tu cama, mi colchón. Cambiamos los papeles, ahora tú estás fuera y yo perdida. Dime, ¿no te sientes más fuerte? ¿Más irrompible? Siempre he pensado que tenías magia, que brillabas sin mi ayuda, que nunca caerías. Míranos. Únicos. ¿Cuántos soñaron con ese adjetivo? Y sólo nosotros llegamos hasta el final, o quizás no. Quizás sólo ha sido un bache del tamaño de la Luna. Quizás los cráteres nos hicieron una mala pasada. 'Tú me conviertes en gigante' o lo hacías. Soy frágil, creo que voy a empezar a romperme. 

Y me preguntan por ti, sí, otra vez. ¡Todo el día con tu nombre en sus bocas! Y yo recuerdo todo lo que no ha sucedido y recuerdo los viajes que nunca hicimos y recuerdo las huellas que nunca dejamos. Bueno, menos las marcas de mi piel, esas siguen ahí. Invisibles, por supuesto. Pero ahí están, intactas, como si los años no nos hubiese pisoteado, como si nadie nos hubiese tocado, como si la vida hubiese decidido pararse. ¡Qué cosas! Hasta un reloj parado acertó más que yo. Aunque, ¿quién no hubiese elegido mejor que yo? 'Te odio, porque siempre sigues ahí', pensarás. ¿Cómo no voy a estar para ti? Que se quedan tus rizos dibujados en la almohada. Y hasta que yo no cambie esto seguirá siendo ciencia ficción. Y, ya sabes, no pienso cambiar. ¿Qué sería de mí sin mi frialdad? ¿Sin mi distancia? ¿Sin mi coraza? ¿Qué sería de mí si te lo vuelvo a entregar todo? Me voy a ahogar. Effy se volvió loca con Freddy, se lo entregó todo y se convirtió en una persona vulnerable, frágil, débil.  No puedo dártelo todo, 'nobody breaks my heart'. Ni siquiera tú.

Y me volverás a odiar, y me gritarás, y huirás y me quedaré parada. Y nunca jugaremos a ver quién es más capaz porque cada día seré más fuerte y más cínica y no podremos sepultarnos bajo el cemento. Y volveré a quererte como jamás nadie te querrá y entonces... me iré. Me iré porque me aterra estar atada durante el resto de mi vida a ti, me iré porque el 'para siempre' se termina convirtiendo en 'casi' y llega hasta 'nada', me iré porque no podré bajarte la Luna y ella no querrá bajar a por nosotros.

Y... y siempre estaré para ti. Y lo sabrás y te acordarás de mí. Y te querré, te querré durante toda mi puta vida. Aunque me ponga un ridículo vestido blanco dentro de menos de veinte años, aunque haga un millón de veces el amor en París, Venecia, Londres o Nueva York y no sea contigo, aunque otra persona me lleve al satélite que quería para nuestras manos, aunque me regalen días en el parque o domingos astrománticos,  aunque me atormenten las dudas, aunque te escuche todos los días a las diez menos cuarto, aunque entre en todos los fotomatones de todas las ciudades, aunque busque todos los taxis de todas las ciudades para comprobar si sigues dentro esperándome, aunque vayas de la mano de la felicidad, aunque otra persona me lleve al baile, aunque no tenga tus caricias en mi espalda, aunque lo que sea. Te voy a querer durante toda mi puta vida, te voy a recordar todos los días y te voy a echar de menos en cada cosa que haga. Y voy a soñar con nuestro momento inventado y entonces, justo ahí, reaparecerán esas noches eternas y volverán los días no vividos. 





"Así que cada uno siguió el camino que le correspondía, y no hay nada más que decir. Hoy iré tarde a dormir. Te informo. Me imagino que mañana te levantarás temprano."


martes, 15 de mayo de 2012

La noche más blanca.

Y allí estaba la noche más blanca del año.
Con sus ojos que se clavaban en mí, las huellas que dejaba al pasar. Allí estábamos, por separado. Yo lo esperaba a él y sé que él me esperaba a mí pero en ese entonces ninguno de los dos lo sabía.
Parpadeé y, repentinamente, se esfumó. Como se esfuma el invierno sin darte cuenta, como desaparece aquel 'que sea cierto el jamás' en los cristales empañados.

Y nos fuimos de aquella noche blanca, por separado. Ni siquiera compartimos taxi. Y, en un sólo segundo y sin hablar, te juré que volvería a por ti.


¿Me ves? Estoy aquí.


viernes, 11 de mayo de 2012

Tocada y hundida.

¿Lo sientes? Has perdido. Jaque mate. Ya está todo, ya no está él. Tocada y hundida.

Se te estremece el pecho, el corazón apenas palpita, ojos humedecidos, manos que tiemblan, piernas paralizadas y ahí estás tú. Esa eres tú. Sin él. Y piensas en todo lo que te has perdido estos años e imaginas todo lo que te vas a perder el resto de tu vida. Las cenas, el cine, el sofá, los domingos en el parque, los veranos en la playa, los exámenes, los besos en el portal, las paradas de autobús, las lunas llenas, los 31 de diciembre.

'Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos.' O me moriré de ganas de decirte que te he echado de menos todos estos años, que soy estúpida y que no sé en qué pensaba el día que tiré todo por la borda.  Qué forma tan estúpida de perderlo, ¿no?

'Yo sé que aunque no hablemos mucho, tú siempre estás ahí.' Y las palabras se clavan en el corazón como pequeñas agujas, como si te estuvieran pellizcando, como si poco a poco se estuviese quebrando en pequeños trozos que no quieren volver a unirse. Ya lo decía Almudena Grandes 'Era demasiado amor.  Demasiado grande, demasiado complicado, demasiado confuso, y arriesgado, y fecundo, y doloroso. Tanto como yo podía dar, más del que me convenía. Por eso se rompió. No se agotó, no se acabó, no se murió, sólo se rompió.' 

¿Por qué algo tan fuerte se rompe? ¿Por qué no sabemos mantener lo único que nos hace sentir vivos? Nosotros también nos bajamos por separado de aquel taxi y no volvimos a vernos. ¿Cuántas veces habremos coincidido? ¿Cuatro? ¿Quizás tres? Y han pasados dos años. Se dice rápido. Mi vida ha estado vacía. Poetas de bragueta y revolcón y poco más. Y, la mayoría de las  veces, ni siquiera eso. 

¿Tú te has conseguido equilibrar? Yo no. Y sé que no lo haré. ¿Sabes que es sentir que nunca más confiarás en nadie? ¿Sentir que no existe nadie que encaje contigo? ¿Sentir que no hay nadie hecho a tu medida? Como si los demás y yo fuésemos piezas de diferentes puzles y tú... sin embargo, en fin, formamos un puzle con la imagen de Nueva York.
'Cuando quieras estoy ahí', yo quiero que estés siempre. Yo quiero descolgar el teléfono y que esté tu voz, yo quiero abrir la puerta de mi habitación y que huela a ti, yo quiero que sea 19 de junio y estemos en el centro de la ciudad, yo quiero intercambiar canciones, yo quiero gritar de locura, yo quiero apretarte la mano.

'Pude ser y no fue por ser la vida como es, ¿lo ves?' 'Y ahora somos como dos extraños que se van sin más, como dos extraños más que van quedándose detrás.' 

Eres tú, lo sé.

Cartas a todas tus catástrofes.


'Abril 2012.

Probablemente me odies por escribirte esta carta o te dé igual, no sé qué es peor. Sinceramente, no tengo ni puta idea de qué quiero decirte exactamente. Supongo que llevo demasiados meses dándole vueltas al tema y, en fin, al final has terminado siendo un desconocido y eso era lo único que no iba a soportar. Sé que suena muy injusto y que seguramente para ti ya sea algo indiferente pero no puedo evitar querer intentar que estés en mi vida. Si te parece mal lo entenderé y lo vería normal, aun así la carta te la escribo porque no pierdo nada. No me preguntes por qué la escribo justo ahora y no hace seis meses, no lo sé. Llevo pensando lo mismo desde hace muchísimo tiempo y nunca he tenido los cojones de decirte absolutamente nada. Ni siquiera era capaz de decirte que quería verte un rato para ver qué tal te iba y tampoco he sido capaz de preguntarte realmente cómo estabas. Supongo que si te lo preguntaba creerías que lo hacía sin sentido y la verdad es que eres unas de las pocas personas por las que siento interés. No sé si estoy haciendo bien en escribirte esto, si la estoy liando, si es egoísta o si simplemente está sirviendo para nada. Tampoco me imagino qué se te está pasando por la cabeza, creo que llevo tanto sin saber de ti que ya no sé ni cómo eres. Además, he supuesto que después de casi dos años los dos hemos cambiado demasiado. Sé que ha pasado demasiado tiempo y que ha llovido mucho y que no viene a cuento que por la puta cara empiece a decirte todo lo que me he callado desde 2010. Pero creo que no aguantaba más y tenía que soltar todo lo que se me pasa por la cabeza. Me podría ahorrar todas las estupideces que estoy poniendo y resumirlo todo en que te echo de menos desde hace bastante pero eso me viene grande y además podemos interpretarlo de maneras diferentes y todo esto sería más caótico. No te estoy pidiendo que volvamos a ser lo que fuimos un día porque quizás te entren ganas de matarme y porque sería una locura pero, realmente, sí me gustaría verte de vez en cuando. No sé, estar en tu vida y poco más. No quiero ser tu íntima amiga porque nunca hemos llegado a ser amigos de verdad y además no tendría mucho sentido pero yo qué sé... ser algo tuyo. Una conocida, como mínimo. O alguien con quien puedes hablar o alguien con quien puedes contar cuando no tengas a quién recurrir. Sólo eso. Puedes mandarme a la mierda sin problema (es lo que espero) pero sentía que tenías que saberlo todo porque sé que un día me dijiste que si me arrepentía te lo dijese y, en fin, me he arrepentido todos los días de mi vida pero el miedo de joderte o el miedo de cagarla conseguían que fuese incapaz de hablarlo contigo. Ahora sigo con el miedo y mis paranoias en la cabeza pero yo sabía que algún día esto iba a ocurrir y perdón si no es un buen momento o si he esperado mucho tiempo o si ya no quieres saber de mí. Y nada, prefiero no seguir porque sé que me voy a empezar a arrepentir de haberte contado todo y voy a terminar tirando la carta. Lo siento, de verdad.Espero que estés muy bien, un abrazo.'

domingo, 6 de mayo de 2012

B.


Me pregunto si cuando la ves también piensas en mí. Porque, como no supones, yo sí. Y, créeme, hoy cambiaría el sentido de rotación de la Tierra por tenerte aquí. Y te llevaría a la playa, como aquella noche de Julio, te tumbaría en la arena y te contaría historias sobre ella. Sobre todos aquellos que construyeron una escalera para alcanzarla. Y nosotros llegaríamos hasta allí, nos sentaríamos y me fundiría contigo. 

Hoy mereces tener la noche más bonita del año. Aunque no sea conmigo. Aunque lo que sea. Aunque, ¿hay noches más bonitas que todas las nuestras pasadas? Indestructibles nos llamaban. ¡Indestructibles! ¡Invencibles! Sonaba bien. 


Que tengas una bonito noche, más o menos como 
tú.