Y allí estaba la noche más blanca del año.
Con sus ojos que se clavaban en mí, las huellas que dejaba al pasar. Allí estábamos, por separado. Yo lo esperaba a él y sé que él me esperaba a mí pero en ese entonces ninguno de los dos lo sabía.
Parpadeé y, repentinamente, se esfumó. Como se esfuma el invierno sin darte cuenta, como desaparece aquel 'que sea cierto el jamás' en los cristales empañados.
Y nos fuimos de aquella noche blanca, por separado. Ni siquiera compartimos taxi. Y, en un sólo segundo y sin hablar, te juré que volvería a por ti.
¿Me ves? Estoy aquí.
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