"«Amor verdadero y grandes aventuras», yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: «Hola, me llamo Íñigo Montoya. ¡Tú mataste a mi padre; disponte a morir!»
Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad."
La princesa prometida.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Donde diablos estés.

¿Dónde han quedado las noches eternas? ¿Y los cristales de todas las ventanas que rompimos a las tres de la mañana cuando no queríamos soñar el uno con el otro sino fundirnos? Se quedaron en los días no vividos, esos que no existen. Los días que se perdieron entre las calles, que se quedaron colgados de las parabólicas de los rascacielos que no nos llegaban ni a las rodillas. Las rodillas que temblaban todas las noches cuando bajábamos las persianas. Sé que no lo recuerdas, yo a veces tampoco. He pensado en quemar tus fotos, mis cartas, tu olor, mi bandera, tu cama, mi colchón. Cambiamos los papeles, ahora tú estás fuera y yo perdida. Dime, ¿no te sientes más fuerte? ¿Más irrompible? Siempre he pensado que tenías magia, que brillabas sin mi ayuda, que nunca caerías. Míranos. Únicos. ¿Cuántos soñaron con ese adjetivo? Y sólo nosotros llegamos hasta el final, o quizás no. Quizás sólo ha sido un bache del tamaño de la Luna. Quizás los cráteres nos hicieron una mala pasada. 'Tú me conviertes en gigante' o lo hacías. Soy frágil, creo que voy a empezar a romperme. 

Y me preguntan por ti, sí, otra vez. ¡Todo el día con tu nombre en sus bocas! Y yo recuerdo todo lo que no ha sucedido y recuerdo los viajes que nunca hicimos y recuerdo las huellas que nunca dejamos. Bueno, menos las marcas de mi piel, esas siguen ahí. Invisibles, por supuesto. Pero ahí están, intactas, como si los años no nos hubiese pisoteado, como si nadie nos hubiese tocado, como si la vida hubiese decidido pararse. ¡Qué cosas! Hasta un reloj parado acertó más que yo. Aunque, ¿quién no hubiese elegido mejor que yo? 'Te odio, porque siempre sigues ahí', pensarás. ¿Cómo no voy a estar para ti? Que se quedan tus rizos dibujados en la almohada. Y hasta que yo no cambie esto seguirá siendo ciencia ficción. Y, ya sabes, no pienso cambiar. ¿Qué sería de mí sin mi frialdad? ¿Sin mi distancia? ¿Sin mi coraza? ¿Qué sería de mí si te lo vuelvo a entregar todo? Me voy a ahogar. Effy se volvió loca con Freddy, se lo entregó todo y se convirtió en una persona vulnerable, frágil, débil.  No puedo dártelo todo, 'nobody breaks my heart'. Ni siquiera tú.

Y me volverás a odiar, y me gritarás, y huirás y me quedaré parada. Y nunca jugaremos a ver quién es más capaz porque cada día seré más fuerte y más cínica y no podremos sepultarnos bajo el cemento. Y volveré a quererte como jamás nadie te querrá y entonces... me iré. Me iré porque me aterra estar atada durante el resto de mi vida a ti, me iré porque el 'para siempre' se termina convirtiendo en 'casi' y llega hasta 'nada', me iré porque no podré bajarte la Luna y ella no querrá bajar a por nosotros.

Y... y siempre estaré para ti. Y lo sabrás y te acordarás de mí. Y te querré, te querré durante toda mi puta vida. Aunque me ponga un ridículo vestido blanco dentro de menos de veinte años, aunque haga un millón de veces el amor en París, Venecia, Londres o Nueva York y no sea contigo, aunque otra persona me lleve al satélite que quería para nuestras manos, aunque me regalen días en el parque o domingos astrománticos,  aunque me atormenten las dudas, aunque te escuche todos los días a las diez menos cuarto, aunque entre en todos los fotomatones de todas las ciudades, aunque busque todos los taxis de todas las ciudades para comprobar si sigues dentro esperándome, aunque vayas de la mano de la felicidad, aunque otra persona me lleve al baile, aunque no tenga tus caricias en mi espalda, aunque lo que sea. Te voy a querer durante toda mi puta vida, te voy a recordar todos los días y te voy a echar de menos en cada cosa que haga. Y voy a soñar con nuestro momento inventado y entonces, justo ahí, reaparecerán esas noches eternas y volverán los días no vividos. 





"Así que cada uno siguió el camino que le correspondía, y no hay nada más que decir. Hoy iré tarde a dormir. Te informo. Me imagino que mañana te levantarás temprano."


No hay comentarios:

Publicar un comentario