Pensar que estoy más vacía que la copa que me bebí aquella noche, cuando todo estaba negro y los aviones se alejaban de la tierra. Me he perdido y ni siquiera ha sido en tu universo infinito. Me he perdido a mí misma, mi identidad. ¿Quién soy?
'Recuerda quién eres'.
¿Cómo recuerdo algo que ya no está? Si te acercas a mí te congelo, ¿por qué? ¿Por qué me fui? Iglú de primavera, allí me quedaré. 'La mujer de hielo' me decía. Estúpido. Llevaba razón. Huyo y los demás se alejan, desaparecen. Quizás a nadie le gusta tocar frío, quizás a nadie le gusta sentir que no hay nada en las venas. Nadie sabe quién soy, ¿quién querría saberlo? Si tan sólo conociesen el cincuenta por ciento de mí con mirarme a los ojos, entonces, no volverían. ¿Quién quiere coger una mano que no siente? ¿Quién elegiría compartir vida con alguien que tiende a desaparecer? Lo dejaría todo, todo por mí. Confianza, conseguís que esa palabra no signifique nada. Y dime, ¿no es triste? Saber que no existe otra persona que te haga ser tú misma. O peor, que existe pero la arrojaste a otro lado.
'Como cuando éramos eternos e invulnerables'.
Siempre termino hablando de ti. Supongo que eres la única persona que conseguía que todo fuese real y auténtico, todo. Incluso las historias que nos inventábamos que hablaban de los agujeros negros del espacio. 'No volvería la pasado', decíamos. Nos daba miedo. ¿Y ahora? ¿Volverías ahora? Porque yo me tiraría a uno de esos agujeros negros para volver a nuestro pasado.
No me quiero perder, por favor.
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