"«Amor verdadero y grandes aventuras», yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: «Hola, me llamo Íñigo Montoya. ¡Tú mataste a mi padre; disponte a morir!»
Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad."
La princesa prometida.

jueves, 24 de mayo de 2012

Mi identidad.

No te he olvidado, simplemente me he alejado de los pensamientos que me atormentan cada noche. Pero todas las noches te observo, en esa foto vieja. Apareces al fondo, sentada en aquel banco que ya no recuerdo muy bien dónde está. Y, sinceramente, lo prefiero. Es horrible pisar aquellos lugares donde nos hacíamos felices recíprocamente. No te nombro, me da miedo. Me da pánico admitir en voz alta algo que ni siquiera mi mente ha aceptado todavía.
'Alguien me dijo alguna vez que los grandes del pasado están ahí arriba, observándonos.'  
Películas, canciones, libros. Es como si nunca te hubieses ido, es como si pasasen los años y siempre estuvieses dando vueltas por aquí. Creo que lo estás. Supongo que creer en ti es lo único que me queda. Lo único que nos queda. No te haces una mínima idea de cómo te echo de menos, ni cuánto me arrepiento.

Cuídate, donde quiera que estés.
Azul. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario