Me pregunto si cuando la ves también piensas en mí. Porque, como no supones, yo sí. Y, créeme, hoy cambiaría el sentido de rotación de la Tierra por tenerte aquí. Y te llevaría a la playa, como aquella noche de Julio, te tumbaría en la arena y te contaría historias sobre ella. Sobre todos aquellos que construyeron una escalera para alcanzarla. Y nosotros llegaríamos hasta allí, nos sentaríamos y me fundiría contigo.
Hoy mereces tener la noche más bonita del año. Aunque no sea conmigo. Aunque lo que sea. Aunque, ¿hay noches más bonitas que todas las nuestras pasadas? Indestructibles nos llamaban. ¡Indestructibles! ¡Invencibles! Sonaba bien.
tú.
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