"«Amor verdadero y grandes aventuras», yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: «Hola, me llamo Íñigo Montoya. ¡Tú mataste a mi padre; disponte a morir!»
Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad."
La princesa prometida.

sábado, 9 de marzo de 2013

Desvanecerse.

Es muy curioso cuando ves cómo se te va todo, cómo las personas se te escapan de las manos y no eres capaz de cazarlas. Te quedas ahí parada, debajo de la lluvia y nadie entiende nada. Tú no los entiendes a ellos y ellos no te entienden a ti. Y se van, tan tranquilos. Y sabes que aunque volviesen ya nada volvería a ser como antes. Me atrevería a decir que todo dejó de ser lo que era hace mucho tiempo. No nos dábamos cuenta, qué estúpidos. 

Leí por ahí que crecer significa aprender a decir adiós. No lo tengo claro del todo. Diría, más bien, que crecer significa acostumbrarte a decir adiós. Crecemos, nos separamos y adiós, muy buenas. Y sí, realmente es horrible. Pero, ¿qué hacemos? La vida sigue y ellos no van a volver a por ti. No van a volver a cambiar para ser lo que eran, nunca más. 

Estabas más solo de lo que pensabas. ¿Qué más da? Anoche decía que la soledad estaba infravalorada, no me refería a este tipo de soledad; os lo aseguro. Y hablo de todos los que me han fallado y la venda se me ha caído de los ojos. ¿Y las personas a las que he fallado? Por lo visto yo también me acabo de ir de algunas vidas y ni siquiera soy capaz de admitirlo. Bueno, algunas vidas no: sus vidas. Las suyas. Las vidas más importantes que están sobre la faz de la Tierra. Nos hemos ido y perdido y despedido sin despedir y no hay conversaciones y no hay lo que había y no queda nada y el vacío me invade y. 

Me están matando, os lo juro. Me están quitando lo que era. Y no creo, no puedo creer en nada. Y no es que no quiero que vuelvan es, simplemente, que sé que volver sería una locura. Como que ya nada encajaría. Como si hubiésemos evolucionado y ahora perteneciéramos a otro puzle o a otros rompecabezas (-unepersonas). 

Se me oprime el pecho y los ojos se humedecen, me tiemblan las manos y no sé lo que digo, una angustia lo recorre todo, siento todo lo que llevaba años sin sentir y se escapan, se escapan... 

Es horrible. Somos horribles. Y todo se va y no hacemos nada. Escribir unas estúpidas frases. Os odio, ahora mismo os odio y me habéis partido. Y jodido pero, sobre todo, partido. 

Estoy deshecha. 

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