"«Amor verdadero y grandes aventuras», yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: «Hola, me llamo Íñigo Montoya. ¡Tú mataste a mi padre; disponte a morir!»
Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad."
La princesa prometida.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Soy errante.

¿Alguna vez has cometido un error que sabes que pagarás toda tu vida? Y sientes que las sombras te persiguen y pasa una eternidad y los demás avanzan y tú... Fin. Parada en mitad de la nada, estancada en lo que un día fue pero nunca será. En algo que no es. Algo que no existe, algo que ya ha sido. Todo aquello que decidiste guardar con las fotos con polvo, con las cartas dobladas, con el olor encerrado en la caja del rincón. Buscas el aire que no queda y recuerdas lo que no has vivido. Recuerdas las historias que formas en tu cabeza pero que nunca ocurrieron ni lo harán.

¿Alguna vez has cometido un error que te va a perseguir siempre? Todos nos equivocamos, todos somos errantes. Y el error nos persigue porque nunca nos perdonaremos a nosotros mismos, porque pasamos la vida imaginando la vida que nos perdimos por una broma del destino, un fallo técnico que no duró ni un minuto. Soñamos la vida que queríamos y que dejamos atrás por las malas decisiones, por no pensar en frío, por ser impulsivos, porque la avaricia rompe el saco.

Hay personas que no se superan.

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