Pienso que es completamente imposible borrar a personas que han sido imprescindibles en nuestra vida. Creo que los grandes amores nunca se superan y que las amistades enormes nunca pasan (incluso cuando el tiempo está en nuestra contra). Sin embargo, la partida de tantas personas crea la llegada de otras nuevas y éstas consiguen que el dolor de la ausencia de nuestros seres queridos desaparezca. Seguiremos pensando en los que no están y los seguiremos echando de menos pero no tendremos ese dolor clavado en el cuerpo, esa espina en el pecho... Todo habrá pasado.
Aún así tengo claro que nadie es imprescindible aunque creamos que sí.
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