"«Amor verdadero y grandes aventuras», yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: «Hola, me llamo Íñigo Montoya. ¡Tú mataste a mi padre; disponte a morir!»
Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad."
La princesa prometida.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Expecto Patronum

"Si voy a esperar
prefiero hacerlo en compañía.
Vos podés hacer
lo que vos quieras hacer,
pero nunca te olvides
de quién te espera".
Tobogán Andaluz

Como si en la noches más oscura andas a la deriva y, sin quererlo, encuentras un faro guía. El faro guía. Nunca le dije que era el barrido de luz blanca, la farola que se enciende casualmente cuando pasas, el salvavidas, las gafas perfectas, el semáforo en verde continuo y el cupón de lotería premiado. Nunca se lo dije porque, ciertamente, siempre he pensado que era algo más que eso. Era la unión de la buena suerte, era el día de Navidad, Reyes Magos y cumpleaños juntos. Era el tren en el que te subías para llegar a la estación más esperada, era un billete con ida pero sin vuelta, era todo lo que había escrito sin conocerlo. El Patronus que aparece para salvarte de la vida oscura que detestaba. Mi Patronus: la combinación de toda la felicidad para combatir todas las pesadillas que habían persistido hasta que apareció. 

Era algo que ni siquiera él entendía. 
Era algo que ni siquiera yo podía controlar. 

Un nuevo mundo, el descubrimiento de América y el primer paso sobre la Luna. 
El amor en todas sus expresiones posibles. 

Tampoco le dije que compartir nuestra vida había sido la elección más acertada y que quedarme esperando fue la única opción que contemplé. Esperarlo hasta la eternidad, hasta que me gritase basta, hasta que se alejase tanto que no pudiese verlo. Tampoco supo que, probablemente, sería imposible que el mundo fuese a sentir  tanto amor en otro momento de la historia y que si tuviese un giratiempo habría vuelto al día en que lo conocí para explicarle que la sensación fue real y que quedarse conmigo sería como vivir en el concierto de su grupo favorito permanentemente. 

Nunca te he dicho que el sol tendría que apagarse y la luna tendría que caerse para que yo deje creer en ti, en mí y en nosotros. En todo esto. Las estrellas tendrían que morir a la vez para que deje de creer en ti como casa, hogar y equilibrio. 

Para que deje de creer en ti como Patronus.
Como galaxia. 

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