"«Amor verdadero y grandes aventuras», yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: «Hola, me llamo Íñigo Montoya. ¡Tú mataste a mi padre; disponte a morir!»
Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad."
La princesa prometida.

jueves, 4 de agosto de 2016

Contaminación atmosférica

Algo se acciona, la partícula más pequeña decide estallar. Contagia al resto. Lo normal deja de serlo, lo cotidiano cambia radicalmente. 
Ha dejado de mirarme. A mí se me salen los ojos de mis órbitas. Necesito retener cada momento, cada detalle, grabarlo en mis pupilas y no olvidar ni siquiera el ritmo de su respiración. Por si acaso tengo que escribírselo, narrárselo o contarle mil historias sobre el día que nos encerramos en el coche y los cristales casi revientan por todo el dolor que había en la atmósfera. 
Se han contaminado las galaxias. 
El calentamiento global se ha quedado pequeño. 

El sol se está alejando y lo estamos haciendo mal. 
Lo estoy volviendo a hacer mal, otra vez. Como tantas veces. 
Se está tambaleando, sobre el hilo. Se está tropezando, casi se cae, resiste, intenta seguir, se vuelve a tropezar. 
Está explotando. Voilà, c'est moi. 

Mi plan consistía en equivocarme cada día de mi vida con cada persona que se cruzase por mi camino para no equivocarme con la única persona que debía permanecer aquí, a mi lado. Mi plan ha fracasado. Al final me he equivocado tanto que me he acostumbrado a seguir mi rutina. 

Se está yendo pero todavía no lo sabe. Todavía cree que quiere quedarse aquí, conmigo.
Se está yendo y ni siquiera se da cuenta. 
Empieza a sentir pequeños rechazos, pequeñas manías, pequeñas voces insoportables. 
Empieza a no expresar el amor de antes, las ganas, la ilusión. 
Poco a poco. 
Se está yendo y yo no sé qué hacer. No sé qué hay que hacer. 
No puedo respirar. 
Me lo prometió. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario