"«Amor verdadero y grandes aventuras», yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: «Hola, me llamo Íñigo Montoya. ¡Tú mataste a mi padre; disponte a morir!»
Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad."
La princesa prometida.

domingo, 21 de julio de 2013

Agujeros negros.

A mí las alturas y a él le daban pánico los agujeros negros. Me contó una vez que de pequeño sentía especial interés sobre el universo y que su madre le había regalado un libro sobre las galaxias, las estrellas y sus temidos agujeros negros. "De pequeña vi cómo se apagaba una estrella y me gustó". "Y un agujero negro, ¿qué es?"

Se aferró más a mí, como si fuese a irme, como si supiera que lo iba a dejar allí con sus agujeros negros; así fue. Lo que él no sabía es que me fui porque me tragó mi propio agujero negro y nunca lo supo. Lo que sí sabía era que nunca debí marcharme, pero quién va a ser más fuerte que un iceberg, quién. 

"En el libro leí que existían agujeros enormes en el espacio que se tragaban todo lo que estaba cerca de ellos. Hay muchos por las galaxias y pueden absorber todo el universo y si llegamos a ellos podemos viajar en el tiempo." 

―Ahora también tengo miedo yo.

Literalmente. Decía que existían, que ahí fuera existían demasiadas cosas que todos nosotros desconocíamos. Y que el universo, en fin, el universo podía plantearnos preguntas hasta volvernos completamente re-locos y absorber todos nuestros re-cuerdos. Nunca he sabido si realmente era cierto pero cada vez que me contaba una historia yo me la creía. Confiaba tanto en él que la noche de la playa llegué a pensar que acabaríamos dentro de un agujero negro o de un aleph o viajando por uno de los brazos de la Vía Láctea. 

Creo que los fantasmas de ella seguían deambulando por los rincones de su mente y por eso se asustó cuando le pregunté si quería volver al pasado. "Al pasado no quiero volver nunca", decía. 
"Sé que puedes pensar que puedo cambiar lo que diga o que puedo cambiar lo que piense. Pero yo te aseguro que voy a estar contigo siempre."

2 comentarios:

  1. Esta entrada es especialmente espectacular y no sé porqué. En serio. Alucinante.

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    1. Jo, gracias.
      A lo mejor es porque esa noche ocurrió de verdad y la frase última es real o no sé. Sí, seguro que es por eso.

      :)

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