"«Amor verdadero y grandes aventuras», yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: «Hola, me llamo Íñigo Montoya. ¡Tú mataste a mi padre; disponte a morir!»
Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad."
La princesa prometida.

sábado, 22 de junio de 2013

H.

Mi mundo se acaba de paralizar. Supongo que junio y yo nunca nos hemos llevado del todo bien. Y a los demás les da igual que todo esto se haya congelado. Total...
Y no vernos más, ¿ya está? No voy a verlo nunca más, nunca. No tiene sentido que no vayamos a vernos, no me cabe en la cabeza. No entiendo cómo vuestras vidas no se han quedado paradas si se acaba de ir el héroe de mi héroe, un héroe por excelencia. O algo así. O se está yendo.


Y ella se va a morir de amor.

1 comentario:

  1. Hoy no está siendo un buen día, para nada. Pero igual el cielo estaba falto de azul y no se le ha ocurrido una putada mejor. Los héroes deberían ser literalmente inmortales, y por literalmente no me refiero a que la literatura haga que no mueran jamás, aunque un poco también.

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