"«Amor verdadero y grandes aventuras», yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: «Hola, me llamo Íñigo Montoya. ¡Tú mataste a mi padre; disponte a morir!»
Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad."
La princesa prometida.

martes, 17 de enero de 2012

Corazón de Mimbre.

Todas las personas somos prescindibles. Aunque sean las únicas capaces de que tengas el corazón rojo, aunque te lo rompan, aunque te lo cosan, aunque te lo cuiden, aunque consigan que sea de cristal y puedan ver tras él, aunque lo que sea. Somos prescindibles y no hay más. 

"...Pelo al viento, diciéndome adiós porque decidió que ya estaba hasta las tetas de poetas de bragueta y revolcón." 

No hay comentarios:

Publicar un comentario